Muchas veces me he preguntado
qué significa vivir y por más que lo pienso no creo que solo sea el hecho
de levantarse día tras día hasta morir.
Sin duda muchos de nosotros
vivimos toda nuestra vida sin haber vivido realmente y morimos con la
sensación de no haber vivido, de haber desperdiciado toda nuestra
vida sin haber aprovechado un solo día de la basta cantidad de años que se nos
ofreció.
A veces pienso que la vida
es como un laberinto lleno de pasajes que no nos llevan a ninguna parte, pero
son muy tentadores como para no seguirlos. Y así perdemos la vida siguiendo
caminos sin salida y alejándonos de lo que realmente importa.
Tanto que queremos lograr, que
olvidamos lo que nos hace realmente sentirnos vivos, cambiando lo que
realmente importa por lo que ilusoriamente creemos que nos hará sentir
vivos.
Corremos tras el éxito y
despreciamos el amor por sobre salir, por tener una mejor posición en la
vida y cuando lo logramos alcanzar por alguna razón el éxito no llena ese
vacío que llevamos tan cerca, tan palpable.
Muchas veces perdemos la vida
pensando en las grandes cosas que nos harán feliz, sentirnos bien, satisfechos
del camino que hemos recorrido sin darnos cuenta que lo que realmente nos
llena son los afectos de quienes nos aman por lo que somos, no por lo que
tenemos, esas personas que nos conocen y saben cómo somos y que a pasar
de todo están ahí, aunque las alejemos una y mil veces.
Pasamos la vida bailando en el
borde de nuestros acantilados mentales, sosteniendo flores en nuestras manos
pero sin mirarlas jamás, olvidando lo preciado que es el tiempo sin darnos
cuenta que una vez que perdamos el equilibrio caeremos en el acantilado
de la muerte sin haber disfrutado un solo día de nuestras vidas.
Todos los días pensamos “hoy
será el primer día de mi nueva vida”, pero jamás pasamos del primer día,
porque repetimos de manera automática el día que ya paso. Sabemos muchas veces
lo que está mal y lo que hacemos mal pero lo hacemos mal una y otra vez como un
ciego que choca con la misma muralla día tras día.
vivir significa abrazar cada día
como si fuera el último, agradecer haber tenido la posibilidad de conocer
a cada persona en nuestra vida, porque cada una de ellas nos entregó algo y
nos hizo crecer, olvidar los rencores porque ellos solos nos pesan, saber
que las personas que nos aman valen más que el oro, saber que quien te ama ve
defectos y virtudes y aun así te ama, saber que la vida es perfecta aunque
tenga momentos de dolor, saber que nada es estático, que todo se
mueve e incluso tanto lo bueno como lo malo en algún momento se irá, pero todo
pasa. Vivir significa poder iluminar a los demás con la luz que cada uno
lleva en su interior aunque la oscuridad propia pueda querer atenuar nuestra
propia chispa.
Vivir es sentirse satisfecho con
quien eres y feliz de lo que eres porque todas las piezas de ese
rompecabezas que te forman te hacen ser quien eres.
Vivir no significa tener
lujos y grandes cosas, vivir significa abrazar las cosas pequeñas y lo
que no se puede comprar con dinero, vivir significa poder morir y sentirse
satisfecho del camino recorrido.