Cris engel

Cris engel

martes, 18 de diciembre de 2018

La bestia dentro del hombre


De un lado a otro camina como una bestia enjaulada, preso de su propia mente, con sus pensamientos confusos sin control. Se esconde dentro de sí mientras que con ademanes aleja al mundo creando tormentas sociales que lo alejan del todo.

Es prisionero del silencio, silencio que solo se quiebra por el dolor de la perdida que incrementa el ardor que le quema los huesos, pero que no derrite su centro para dejarlo escapar de su prisión de carne que lo ata a este mundo fugaz.

Es atormentado por sus pensamientos, como espinas en el alma, rasgando día tras día aquel frágil fragmento de su ser, ese ser vulnerable, lo más distinto y antagonista a esa fría forma de ser, ese trozo de palpitante emoción que se niega a ser devorado por la bestia en él.

Sus colores son semilla de lecciones mostradas por los actos, por un ángel que lo amó y que lo encontró aun en sus laberintos más profundos, donde sin importar el espesor de la noche brillaba como mil estrellas. 

Esa hebra, ese tierno y cálido recuerdo que lo hace sufrir, porque es la parte que no puede congelar, porque es la emoción que no puede fingir, es la emoción que lo hace humano y lo aleja de la  bestia que pretende ser.

Y así mi bestia ruge tan fuerte como puede deseando el agónico final que no llega, intentando liberarse de las cadenas que lo atan al dolor, sin saber que la belleza del dolor equivale a la belleza del tiempo junto a su flor, a los retoños que crecen en él como símbolo de perpetuidad y continuidad, de un paso que dejo una huella que vive más allá del tiempo aunque el caminante allá partido a otras tierras, tierras donde el cuerpo no puede habitar y solo el alma puede alcanzar.

La vida es poesía, la vida son momentos que compartimos en un océano de tiempo infinito que se reduce en un recuerdo, a una lección, algo que por más que duela y haga sangrar al alma, vale cada gota que surja de ella y es lo que separa al hombre de la bestia.

2 comentarios:

  1. Llore mientras lo leía.tocaste mi herida mi corazón hecho mierda...y aún sigo llorando...afortunado tú qué qué llegas a lo queda de mi corazón...mil gracias por lo bello escrito tkm

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