El amor se contagia

A veces la gente me inspira, hoy iba en la micro de regreso a mi casa y de pronto el conductor paro el bus en la parada del Salitre con General Bonilla. De pronto se bajó del bus y la gente comenzó a impacientarse, yo como siempre volando lejos de mi cuerpo mientras escuchaba la canción de Ellie Gouldin “love me like you do” me quite los audífonos por que la micro no avanzaba y de pronto la gente empezó a murmurar y a mirar por la ventana. Observe y el chófer estaba abajo ayudando a una chica de más o menos 25 años la cual había sido asaltada y golpeada en el paradero.

Algunas personas al verla ahí comenzaron a bajarse para ver si ella estaba bien. Como siempre no falta la gente que le grito al conductor que continuara la marcha y una señora respondió a dicha demanda “acaso no pueden esperar un segundo más, a cualquiera le podría pasar” y eso es cierto. Otras personas bajaron para ofrecer ayuda. Incluso una señora de una casa cercana le trajo un vaso con agua para poder calmarla, algunas personas comenzaron a llamar a la policía y darle algunos datos de donde se encontraba.

Habían más de  diez personas con ella y en ese momento me sentí inspirado y pensé, si bien hay personas que dicen que el mundo está contaminado y que cada día este se dirige a su destrucción, creo que mientras exista una persona que pueda dejar su individualidad y puedan pensar por otros aun que ellos no sean sus seres queridos, creo que la humanidad tiene una oportunidad, esa gente  hizo brillar su corazón, dejaron de pensar en ellos  y pensaron en un  bien colectivo, esa gente me inspiro a pensar que lo que  creo no es tan absurdo y que todo es posible, que  vale la pena luchar por los demás y que con acciones sencillas podemos hacer la diferencia aunque muchos piensen lo contrario.

Una vez que la policía ya venía en camino la micro siguió su curso, algunas personas se quedaron acompañando a aquella chica. A veces la gente me inspira a creer que esa luz que nos hace mini héroes, siempre vive en lo más profundo de nosotros y que mientras creamos en que podemos marcar la diferencia sin importar nuestro credo, edad o raza podremos construir un mundo mejor, sin fronteras y con más amor.